Max Vlady y el comienzo del misterio
Hola, me llamo Max y estoy a punto de contaros algo de locos. Si no sois chicos de 12 años, genial, ellos no entenderían esto. Aunque yo, que tengo 12 años lo entiendo, y mis amigos también. Bueno vayamos a la historia.
Yo estaba en el instituto con mi mejor amigo, Marcos. Estábamos a punto de entrar cuando apareció nuestro odioso profesor llamado Dolor. El nos dijo que iba a darnos clase, porque la profesora estaba mala.
- ¡Cómo que está mala!- dije
- ¡Ya basta Vlady! ¡La señorita Marga no está, y punto!
Cuando le dije al profesor que necesitaba ir al baño, él me contestó que no, pero yo no iba al baño, iba a investigar. Yo no creía a ese profesor de malas pulgas. Cuando de repente salí como una bala.
-¡Vuelve Max!
- No- dije. De repente aparecieron los profesores. Estaba perdido.
De pronto aparecieron Marcos y Emma (mis mejores amigos) Y como locos empezaron a pegarles, uno a uno.
– No les peguéis – dije asombrado.
– Son robots Max mira-. Entonces vi que eran robots.
– Que está pasando- dije.
– Max toma esta regla gigante- dijo Marcos.
– Gracias
Les fui dando con la regla mientras escapábamos, vi un coche Toyota y les dije a mis amigos que subieran. Ellos subieron y Emma tomó el volante.
- ¿A dónde vamos?
- A una agencia especial en armas especiales y expertos en tecnología- dijo Emma.
Cuando llegamos, vimos un pequeño portal.
- Será una broma ¿No?
- Tú espera-
Atravesamos el portal secreto y llegamos a un mundo mágico de criaturas fantásticas como en Narnia. Yo me quedé con la boca abierta.
–Hola- saludó Emma.
–Hola- contestó un señor.
-Necesitamos armas- dijo Marcos. El señor me miró con cara de amigos.
– Tú eres Max Vlady
- Si, ¿de qué me conoce?
– Necesitamos que tú y tus amigos encontréis un diamante.
Capítulo 2 Empieza el misterio
- Espera, un momento. ¿Porque nos vamos a fiar de un desconocido como tú?
– Mira, esto es muy grave- dijo. – Si no encontramos ese diamante el mundo se destruida.
– Entonces de acuerdo.
– ¿Max, que haces? - Dijo Emma.
–Ya le has oído- dije. – Tomad estas armas. Marcos tu llevarás una lanza, símbolo de la inteligencia.
-Emma, toma estos sables de espada, símbolo de la valentía
-Y tu Max el plato fuerte. La Espada Elementos, tira agua, fuego, hielo, aire, plantas y rayos. No se destruye con nada.
– Gracias pero ¿qué es ese emblema?
– Es el emblema del valor y el emblema de nuestra organización, y tú eres el líder.
– Esto es demasiado- dijo Marcos.
– Pero tú eres uno de los elegidos- respondió.
–Vale- contestó Marcos.
De repente salieron, esta vez los secuaces del que había robado el diamante. En ese momento, yo saqué la espada que me había dado el señor de la tienda y empezamos a luchar.
Capítulo 3 La Batalla Final
Cuando les vencimos, fuimos investigando hasta que Emma encontró unas huellas gigantes.
– Tiene que ser él- dije serio. –Espera- dije. –Esto puede ser una trampa.
- Max, ni que te hubiera picado una abeja. - dijo Marcos.
- ¡Ya basta!- grite yo. ¡A ti sí que han picado!- dije furioso.
– Si os secuestran no estaré allí para ayudarte y de paso, tampoco a ti Emma
Pero ni Marcos ni Emma me hicieron caso, parecía el burro del equipo, y me fui. Ellos siguieron las huellas hasta que se les cayó una jaula.
– Max tenía razón- dijo Emma.
– Ahora me siento culpable- se lamentaba Marcos-
Gritaron tanto que yo les oí al primer intento, pero me di cuenta de que se lo había advertido. Pero en el fondo, eran mis mejores amigos.
Saqué la Espada Elementos, y me colé en su guarida. En ese momento vi quien había robado ese diamante. Era un hombre robot llamado Metroid.
Cuando me vio dijo:
- Hola Vlady, mira que diamante más poderoso tengo en mi mano-.
- Mira- dije yo. – Como no sueltes a mis amigos te...
Estaba tan furioso que saqué como un relámpago la espada. En ese momento, Metroid dio la señal y sacó a los minotauros.
– ¿Dejas que unos minotauros peleen por ti, o es que tienes miedo?- dije valiente.
Los minotauros fueron a por mí, en ese momento activé que la espada tuviera fuego, con esa misma orden empecé a dar con la espada a los enemigos al rojo vivo.
– Vamos Max- dijeron mis amigos al unísono.
Cuando acabó la pelea saltó Metroid al suelo, y sacó unos sables de espada gigantes. En ese momento activé esta vez la congelación y puse máxima potencia. Metroid se congeló y se rompió en pedazos. Luego saqué a mis amigos y ellos me abrazaron con fuerza. Aunque tenía arañazos en la cara, cortes en la camisa y en las piernas. Pero lo conseguí.
Epílogo
Estaba orgulloso. Había salvado a mis amigos, y me había convertido en un héroe. Emma y Marcos me abrazaron orgullosos pero en ese momento vi a nuestra profesora atada arriba con un gancho. Cogí mi espada, activé el fuego y la profesora cayó, por suerte había hecho con la espada un tobogán de hielo, la profesora nos miró asombrada, pero nos dio las gracias, y juntos volvimos al instituto. Cuando llegamos, el profesor Ira se enfadó tanto que hubiera venido la profesora, que sacó un puñal, pero no os preocupéis o lloréis que en ese momento vino la policía y le arrestaron. De pronto me di cuenta de que nos entregaron las notas y todos las habíamos aprobado, y era el último día de clase , hasta que sonó el timbre, nos fuimos todos corriendo a jugar porque el verano ya no había hecho más que empezar.
Fin
Autor: Alfonso Cervera Ortega 6-A
Dedicatoria: - Dedicado a Diego, Ángel, Jesús, José, Diego David, Dominique, David, Adrián, Valentina, a mis padres, mis tíos, mis abuelos, mis primos, a mi profesora María, y todos y todas mis amigos y amigas, por ayudarme a hacer esta obra tan fantástica y extraordinaria.
hola me llamo Diego David y me ha gustado mucho la historia, me parece muy interesante.
ResponderEliminar¡Está muy bien! Pero deberías corregir algunas faltas, como poner interrogaciones. Pero por todo lo demás me gusta. ¿No te has basado un poco en Percy Jackson?
ResponderEliminarLa historia es muy dibertida pero tenia que tener un poco mas de intriga
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu cuento,como me gustaria estar alli ahora y darte un abrazo,jeje(alexandru) ^-^
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