jueves, 6 de enero de 2011

LOS HERMANOS O´NEIL…

LOS HERMANOS O´NEIL…
                                 
Una noche   antes  de la  graduación. Había  unas brujas llamadas Eugenia y Aída que se hacían pasar por profesoras .     Ellas estaban planeando un plan terrorífico, querían matar de alguna manera a dos hermanos que se apellidaban  O’Neill .Aída era miedosa y no le daba pena nada,  puesto que ella robo a Eugenia cuando era pequeña, porque se entero que  podía hacer magia, y quería convertirla de pequeña en una bruja de verdad, Eugenia no era tan mala y a ella le daba un poco de pena matar a los hermanos. Ella tan si quiera sabía porque iban a matar a esos hermanos, lo único que sabía era cuál era el plan, el plan era que  cuando se vayan a vestir para la graduación  del curso la profesora bruja Aída, iba a darles una bebida supuestamente para los nervios. Pero en realidad iban a darles  una poción mágica con la que se desmallasen y poder trasladarse a su guarida. Pero Eugenia  tuvo un fallo, el día anterior dejo encima de la mesa de su clase la poción que les iban a dar a los hermanos, con su nombre puesto y el de ellos. Una alumna suya alcanzo a leer media hoja y el nombre de Juan y Antonio  que eran los hermanos O’Neill. Esa niña que se llamaba Julia, era muy amiga de Antonio y se lo conto rápidamente.  Para él fue fácil creérselo, puesto  que siempre le reñía estando atento a su explicación. Él pensó en un plan y se lo conto a  Juan pero Juan no lo aceptó, la otra profesora que era Eugenia era justa con las notas en la clase de él.
El plan  de Aída  formaba parte de poner en contra a los hermanos. Antonio se lo explicó y se lo explico hasta que por medio de la amiga de Antonio, pudo creérselo. Ellos no podían decirle nada a sus padres porque a demás de que estaban de viaje no les iban a creer.
Juan, Antonio y su amiga quedaron después de la clase para seguir a Aída a ver donde iba. Y… ¡Justo!, como ellos lo habían pensado, se fue a su guarida a prepara la poción de mañana.
Tenía encima de la mesa una cosa verde, azul y ojos de sapo. Ellos se fueron en cuanto  vieron que se iba ya. Antonio estaba muy nervioso de que ocurriría el siguiente día y que les iban a pasar a él y a su hermano. También estaba nerviosa su amiga porque estaba enamorada de Antonio.
La noche fue tranquila, pero Juan tenía mucho miedo puesto que era más pequeño que Antonio. Cuando por fin llego la hora de salir de casa e ir al colegio, su hermano estaba temblando de miedo, pero Antonio no se rindió y le cogió de la mano y le dijo que él le iba a cuidar.
Al llegar al colegio, les estaba esperando su amiga, ella le contó que aún no habían llegado  Eugenia y Aída. Los tres entraron de la mano con valentía. Como era el día de la graduación no se iba a las clases, excepto antes de la graduación  que les explicarían por donde tienen que entrar y que tienen que decir. Cuando entraron en la clase vieron a Aída que posaba un papel en la mesa, explicándoselo todo a Eugenia, Antonio vio que ponía que su apellido era una maldición que les pusieron a las brujas. En el momento de la graduación Eugenia les dijo a los hermanos que si querían algo de beber y dijeron que no, también le preguntaron si querían pastelitos y tampoco lo aceptaron. De modo que tuvo que hechizar a Antonio para poderle trasladar a su guarida pero Julia, la amiga de Antonio se escondió y pudo verlo. Julia no sabía qué hacer y decidió seguirle. Ella no tuvo más remedio que decírselo a Juan porque la bruja escondió a Antonio en un armario y desapareció en un segundo. Su hermano preocupado fue a por él, la bruja lo había encerrado con la llave que siempre llevaba en el bolsillo. Julia tuvo la idea de ir a hablar con ella, entretenerla, y que mientras  Juan cogiese las llaves. Pudieron conseguirlo y Antonio despertó al momento. Faltaban 5 minutos en ese momento para la graduación y se fueron a prepararse. Antonio se vistió muy rápido pero su hermano tardo un poco más. Ya solo faltaban dos minutos y las brujas no habían vuelto a aparecer. Eugenia tenía que prepararse para la función pero cuando fue a hacerlo oyó  a Aida hablar sola, decía que cuando robo a Eugenia tenía tres años y que aun no había aprendido nada. Ella enfadada les conto todo el plan a los chicos a pesar de que ellos ya se sabían la mitad.
Aida lo supo rápidamente con su bola de cristal, pero todavía no se rindió y le reprocho  haberlo contado todo a Eugenia, teniendo ella la culpa. Solo faltaba un minuto para la graduación y ellos estaban muy nerviosos. En aquel momento la malvada bruja Aída  apareció, ella enfadada empezó a decir palabras como:
Ojos de tritón,
dientes de león.
Que a esta bruja tan traidora
le caiga una maldición.
En aquel momento Eugenia se defendió con las manos y formo un escudo que los cubrió a todos,  Eugenia aprovechando el escudo le dijo a los niños que se fueran a la graduación. En la graduación se encontraron a los padres de ellos y les dijeron que  porque no habían salido ya al escenario para graduarse. Ellos nerviosos le contaron todo y no los creyeron, un señor escuchó la conversación de los niños a los padres y al oír el nombre de Eugenia se acerco a los padres y les dijo que le habían robado a él y a su mujer una hija de tres años. Él preguntó donde se encontraba esa bruja llamada Eugenia para comprobar si era su hija. Al mirar a Eugenia a los ojos vio que era su hija y de rabia, saltó sobre Aída, Eugenia aprovechó la situación y lanzó un hechizo para  paralizarla. El padre cogió unas cuerdas y  le ató las manos y los pies para que no pudiera defenderse.
Mientras, la madre de los niños pidió ayuda a la policía que le detuvieron y la metieron en una celda en la que  no podía realizar magia. Eugenia le preguntó al señor que quién era, y le dijo que era su padre, al oír  la contestación le dio un abrazo y le preguntó dónde estaba su madre y le dijo  que estaba en un hospital en coma. Eugenia se transporto con su magia al hospital a ver a su madre, al llegar y darle un beso despertó y se fueron todos a celebrar la graduación.
Eugenia al ser feliz se convirtió en la profesora más querida del colegio. Antonio, Juan y sus padres fueron muy felices juntos. Aída salió de la cárcel. A ella le quitaron la magia y tuvo que trabajar ayudando a los ancianos.

                                               Alexandra Díaz Arroyave


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